Beef Stroganoff

En una vacaciones por el Valle del Rhin con mis padres, mi madre entró en uno de los muchos supermercados de la zona, para deleitarse con los alimentos tan dispares que había en los estantes. Recuerdo que todo su afán era encontrar unas especias que mi tía le trajo una vez de la marca McCormick para una ensalada de repollo, que claro está en España no se encontraban. En una de sus andanzas por los pasillos del súper se topó como por casualidad con unos sobrecitos de la marca Ubena, en los que la foto decía todo, porque de alemán no sabíamos ni los buenos días. Recuerdo que compró goulash y stroganoff, vamos que nos sonaba a chino, menos mal que las instrucciones venían en inglés.

Por aquel entonces no entendía a mi madre, que todo su afán fuera entrar en supermercados y probar cosas diferentes, para nosotras era ver los castillos encantados y jugar en los maravillosos parques que hay en la zona, pero hoy en día la entiendo...vamos que la entiendo.

Os podéis imaginar lo primero que hizo al llegar a casa, ¿verdad? Ir a por el resto de ingredientes que la faltaban y preparar estos deliciosos platos. Pudimos seguir deleitándonos con estos sabores porque estos sobres los encontrabamos en un supermercado de playa años después, pero al tiempo dejaron de traerlos. Ahora con internet no hay excusa para no poder hacer este plato con un nombre tan suculento

Investigué un poco y me sorprendió la cantidad de información que hay en la red del Beef Strogranoff, a pesar de ser un plato sencillísimo. La primera vez que apareció publicada esta receta fue en 1871, en los libros de cocina de Molokhovets, famosa gourmet de la época.

En 1891 ganó el primer premio de un concurso, donde fue presentada por Charles Briére, un empleado de la familia Stróganov. La leyenda cuenta que su patrón el conde Pavel Alexandrovich Stroganov había perdido todos sus dientes y su chef había preparado especialmente  esta receta para superar la desventaja del conde ante el resto de comensales.

Hay muchísimas variantes de Beef Stroganoff de hecho hay una página dedicada exclusivamente a este plato. Las variante que os presento es del blog de Simply Recipes es fácil y deliciosa, a mi me trae gratos recuerdos. Espero que os guste.

Ingredientes

6 cucharadas generosas de mantequilla

½ kg de sólomillo cortado en filetes finos

1 cebolla mediana muy picada

400 gr de champiñones en rodajas

Sal y pimienta al gusto

1/8 cucharadita de nuez moscada (1 pizca)

½ de estragón seco

1 taza de crema agria o 1 yogurt griego

Derretir la mitad de la mantequilla en una sartén grande. Mientras cortamos los filetes en tiras y salpimentamos. Una vez derretida la mantequilla, subimos el fuego y vamos echando poco a poco la carne, vuelta y vuelta, para que se selle. Cuidado con quemar la mantequilla. Habrá que trabajar por tandas, reservando la carne ya dorada en un plato.

En la misma sartén, a fuego medio echar la cebolla y pochar hasta que esté tierna. Retiramos la cebolla y la echamos en el mismo plato de la carne.

Añadimos la mantequilla restante y dejamos que se derrita, agregamos los champiñones y removemos ocasionalmente. Durante la cocción espolvoreamos con la nuez moscada y el estragón.

Reducir el fuego y agregar el yogur o la crema agria a los champiñones, mezclando a fondo, para que la mantequilla se quede totalmente integrada. Incorporar la carne y la cebolla sin dejar de remover para que la crema no se cuaje ni hierva. Rectificar de sal y servir de inmediato sobre pàsta o arroz.

*La receta pone que para cuatro personas. Para mi gusto se queda un poco pobre en salsa para los que no nos gusta la carne. La segunda vez que lo he hecho cambié la proporción de carne pero no del resto. Y aunque ponga que servir de inmediato, está rico de un día para otro.