"Aloha para aprender lo que no se dijo, para ver lo que no puede ser visto y para conocer lo incognoscible.”
- Queen Lili'uokalani
Cuantas veces habremos visto en las películas esta mítica tierra...más de uno ha tenido la gran suerte de surcar sus aguas. Esa manera de dar la bienvenida, los bailes y las voces melodiosas de los cantos, los bailes.....
Pues bien, el día que me encargaron esta tarta, no me venía la inspiración... así que me tocó tirar de San Google. Vi tartas maravillosas convertidas en volcanes por sí mismas, que se escapaban a mi experiencia. Finalmente me decanté, por hacer mi versión y este fue el resultado.
Mi tercera creación. Sí, habéis leído bien, la segunda fue la tarta de mi hija pequeña, de la cual no encuentro las fotos y si algún día las encuentro las publicaré.
En esta tarta use fondant preparado, no lo preparé yo por cuestión de tiempo y comodidad. Si alguna vez habéis hecho fondant sabréis, el azúcar se mete por todos los rincones de la cocina. Además la encimera de mi cocina es mas alta, lo normal es 70-75 cm y nosotros la tenemos a 80-90 cm no lo recuerdo bien. Para amasar un rato todo perfecto, pero cuando tienes que estar un buen rato mezclando el azúcar con el resto de ingredientes acabas bastante agotado y con doloro de hombros.
Mi querida isla no habría sido posible, sin la ayuda inestimable, de mi hermana, que siempre está ahí cuando la necesito. Cuando ya estaban hechas las palmeras, esas que parecen tan fáciles, se rompían enteritas. ¡Tres veces! las repetí, no había manera de sujetar las hojas, se partían, y ahora mientras escribo, no recuerdo muy bien lo que hizo que aguantaran.
Otra buena idea, de esas que te entran ganas de llorar, y no sabes si esconderte, tirar la tarta por la ventana, o llamar al de la fiesta y decirle "vete a comprar una tarta al super que no llego.... ", fue la siguiente. Como el bizcocho había subido casi de más, se me ocurrió que si colocaba el volcán encima quedaría más bonito y así fue, pero ¡ay! cuando voy a poner las palmeras y las casitas, todas para los lados, las palmeras rompiéndose, y las casitas...si llegan a ser de verdad, salen rodando.
Buenos lo fuimos arreglando, y digo lo fuimos porque hay estábamos las dos hermanas mirando la tarta con perspectiva , pensando que haría el mejor de los arquitectos para solventar aquel desnivel....y lo conseguimos.
La tarta quedó entregada y todos contentísimos, se comieron hasta el fondant, que mira que es dulce. A mi no me gusta, aunque queda muy bonito.
Para terminar os quiero dejar con un texto que he encontrado mientras hacía el montaje de las fotos, porque no sabía como se escribía Aloha:
El Espíritu Aloha como Ley:
El espíritu aloha es considerado una “ley estatal”. Aunque la palabra ley suene demasiado estricta y fuerte, el espíritu aloha no es del tipo de leyes que pueden generar problemas si se rompen. Su mayor propósito es que sirva como recordatorio a los oficiales del gobierno cuando cumplen con sus obligaciones para tratar a los demás con profundo cuidado y respeto, igual que lo hicieron sus ancestros. El espíritu aloha es más una lección que una ley. El hecho de aprender y aplicar esta lección en la vida real, los oficiales del gobierno pueden contribuir a hacer un mundo mejor, un mundo lleno de aloha.
Definición del Espíritu Aloha como Ley Estatal
"Aloha Spirit."
“Espíritu Aloha” es la coordinación entre la mente y el corazón de cada persona. Lleva a cada individuo a su propio ser. Cada uno debe pensar y expresar sus emociones a los otros.
Fuente:www.to-hawaii.com/es/aloha.php
No nos vendría mal un poco más de Aloha Spirit, como ley Estatal
Aloha a todos.